Cuatro claves para lograr una educación afectiva con tus hijos

¿Por qué es tan importante educar en el afecto a nuestros niños? Esta es una interrogante que cada vez más los colegios buscan responder y desarrollar para sus estudiantes. En el Colegio La Arboleda, por ejemplo, la educación desde el afecto comprende el reconocimiento de cada niño en las dimensiones de: sus intereses, emociones, rasgos de su personalidad, talentos, habilidades e inquietudes. Este reconocimiento permite que el estudiante se sienta confiado, seguro y sobre todo respetado.

Para la licenciada en educación preescolar y profesora de Prekínder del Colegio, Karen Giraldo, “En La Arboleda el amor es la fuerza que orienta todas nuestras acciones y esa visión de una educación con amor se basa en el respeto del ser único de cada uno de los niños y niñas del Colegio, para acompañarlos en sus procesos de aprendizaje; desde luego, el respeto por las diferencias define un horizonte de formación en el que conjugamos valores esenciales para la sociedad como la honestidad, la responsabilidad, la comunicación, la confianza, la solidaridad y uno muy importante, que nos vuelve cercanos a todas nuestras familia, la empatía”.

Afecto desde el hogar

“Cuando educamos en el valor del afecto logramos que los niños sean conscientes de sus sensaciones afectivas, del cariño y del amor que los rodea. Les ayudamos a hacerse más conscientes de sus emociones y cómo estas los afectan, permitiéndoles ser capaces de expresar y recibir amor sin temor”, señala la licenciada Karen Giraldo. A continuación, te compartimos cuatro claves para una educación afectiva desde casa.

1. Amor, amor, amor: si queremos que nuestros niños se sientan seguros y con una alta autoestima para afrontar los retos de la vida es indispensable que se sientan amados tal como son, con sus defectos y sus virtudes. La canción “Bajo el calor del sol” invita a los niños y padres a expresar sentimientos buenos y nobles hacia las demás personas y también a sí mismas. Te dejamos el enlace para que la disfrutes con tus pequeños.
   
   
2. Confianza y atención: tomar en serio lo que nuestros pequeños sienten y no considerarlo ‘cosas de niños’ es importante para el desarrollo del afecto. Descubrir lo que sienten, escuchar, comprender y ayudarles a exteriorizar sus sentimientos es la mejor medicina sentimental que existe para crear vínculos de afecto y amor. El cuento ‘El hilo invisible’ de la escritora Miriam Tirado Torras ayudará a las familias y a los niños a comprender mejor los sentimientos de los más pequeños.
   
   
3. Comunicación: Nuestros niños se sienten amados cuando nos ocupamos de sus cosas, jugamos con ellos y escuchamos atentamente sus necesidades. Utilizando un lenguaje amable y acertado comunicarles, claramente, qué esperamos de ellos.
   
   
4. Sin agresión: Deja los castigos físicos, verbales o de cualquier índole. La educación desde el afecto invita a los padres y cuidadores a reflexionar sobre si realmente el castigo sirve para que los niños aprendan algo benéfico en ese momento específico de la vida. ‘La cumbia del buen trato’ es una excelente canción para hablar de la comunicación y el buen trato hacia los demás. Te compartimos el enlace: 
   

Finalmente, recuerda que la educación afectiva es ponerles nombre a las emociones y entender los vínculos que establecemos con nuestros hijos. Esta tiene especial importancia en la infancia y adolescencia y se nutre de los sucesos de cada día, de las relaciones con personas de nuestros entornos como los padres, hermanos, abuelos, profesores, amigos del colegio y vecinos. 

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