Llegan las vacaciones escolares y muchos padres de familia se preparan para viajar, algunos para inscribir a sus hijos en los campos de verano y otros tantos para quedarse en casa. Esta última opción es para muchos padres la más crítica, pues, ante la falta de tiempo o de creatividad de los padres el espacio de vacaciones se convierte en una odisea.
Olga Cecilia Laserna Gutiérrez, Licenciada en Educación para la Primera Infancia, con énfasis en Inclusión y profesora de prekínder del Colegio La Arboleda, habla sobre la importancia de preparar actividades para las vacaciones, mantener las rutinas y anticipar todos los planes para que, tanto niños como padres, disfruten de una temporada de recreación y descanso.Para la Licenciada, a muchos padres les preocupa que sus hijos se vayan a aburrir sin hacer nada, pero no se trata de ocuparlos con actividades todo el día, los momentos de ocio son muy importantes para que los niños desarrollen su creatividad. “Hay que encontrar un balance entre los tiempos libres y las actividades”.
Otro aspecto para tener en cuenta, es el cumplimiento de las rutinas, especialmente, las de alimentación, y descanso. Los niños necesitan rutinas y estructura para sentirse seguros aún en vacaciones, ya que sienten ansiedad de no saber qué va a suceder en los días siguientes de descanso. Por eso, es importante anticipar y hablar de estos cambios con los niños.
¿Qué hacer en vacaciones?
La consigna de las vacaciones es que todos puedan relajarse y disfrutar, tanto adultos como pequeños. Si los padres están todo el tiempo estresados por los niños, acaban pasándola mal, tanto unos como otros. Por eso, Laserna recomienda tener en cuenta los siguientes aspectos para encarar las vacaciones en familia con actitud positiva.
- Anticipar: Hablar con los hijos sobre los planes que se van a realizar en las vacaciones. Contarles lo que está presupuestado en el día a día los hará sentir más seguros.
- Planear y organizar las actividades: pensar con antelación las actividades que más disfrutan los niños, es una manera de hacerle ‘quite’ a la improvisación. Las actividades al aire libre, los deportes, en especial la natación, son clave para que los niños canalicen toda la energía con la que comienzan las vacaciones.
- Incluir el verde: Las actividades relacionadas con el medio ambiente son importantes para estimular la parte sensorial y crear conexión y conciencia del cuidado del planeta. Las caminatas, las visitas al zoológico, los paseos a los ríos, o jardines botánicos y pícnics hacen parte de la oferta de actividades que la ciudad ofrece.
- Descansar de la tecnología: Tener vacaciones de las tabletas, teléfonos inteligentes, televisores y demás dispositivos electrónicos, no solo ayuda a mejorar la concentración de los niños, sino que permite interactuar más entre familia.
- Disfrutar en familia: Esta es la meta de las vacaciones. Las actividades realizadas en familia como ir al río, salir de caminata a la montaña, o sencillamente jugar con un balón o comer un helado, no importa qué, deben generar felicidad. El tiempo compartido en familia sin ningún tipo de condición, enriquece la relación familiar y fomenta el vínculo afectivo entre los miembros del hogar.
- No escolarizar: Las vacaciones no son para hacer tareas o repasar las asignaturas que quedaron pendientes del colegio. Las vacaciones significan desconectarse de la rutina escolar para darles paso a los descansos físico y metal y al descubrimiento de nuevas cosas.
- Actitud positiva: Ante todo hay que mantener una buena disposición en este periodo de descanso. Si los padres olvidan los agobios, el estrés, los regaños innecesarios, contribuyen a crear un mejor ambiente familiar y será más fácil la convivencia entre todos, y lo más importante, disfrutarán de unas enriquecidas vacaciones en familia.
Finalmente, lo mas importante de las vacaciones sin importar el lugar donde los padres y los niños las disfruten, es compartir tiempo de calidad en familia. ¡Felices Vacaciones!
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