Preparar al estudiante en función del mundo de las ideas y las acciones, es el objetivo de la educación integral. Esta tiene como fin potenciar las habilidades socioemocionales, cognitivas, lingüísticas, físicas, psicomotoras y espirituales en los niños y jóvenes, que les permita convivir eficientemente en variados contextos sociales, personales, laborales y culturales.
La educación integral se caracteriza principalmente por ser una pedagogía de la comprensión, que invita al estudiante a la práctica permanente de valores que le faciliten interrelacionarse, directa y profundamente, con los distintos elementos que conforman su contexto.
Para Gloria Isabel Botero, educadora y fundadora del jardín infantil Bam Bam, y una de las fundadoras del Colegio La Arboleda, la habilidad de los educadores que comparten esta visión, es desarrollar una práctica pedagógica que permita exponer y validar cada una de estas posibilidades, sin privilegiar ninguna en particular, más bien potenciar las sobresalientes, y enfocar y ayudar a descubrirlas. También es importante trabajar sobre las habilidades básicas a medida que se descubren los diferenciadores, para contribuir al logro y efectividad de sus competencias.
“Es importante que los maestros comprendamos y conozcamos la totalidad de las funciones humanas. Esta tarea de sensibilización con la comunidad educativa es importante porque los maestros tendemos a valorar y sobredireccionar las habilidades o disciplinas de nuestra preferencia. Cuando desarrollamos las fortalezas particulares de cada ser humano, lo hacemos sentir seguro, competente, útil y sobre todo ¡FELIZ! Es la única forma de lograr un ser humano que ame lo que hace”, puntualiza Gloria Isabel Botero.
¿Cómo lograr una educación integral?
Desde La Arboleda
Para la Fundadora del Colegio, la escuela del siglo XXI tiene la gran responsabilidad de descubrir y desentrañar las habilidades y talentos que tiene cada ser humano para que los desarrolle. Esta es la misión del Colegio La Arboleda: a la luz de sus principios, considerar la diversidad y necesidad de vivir, pensar y compartir espetando las diferencias, desde las posibilidades de cada ser humano, entendiendo que cada uno cumple una función en la sociedad, lo que es importante para su equilibrio.
“En nuestro colegio la capacidad de observación de los maestros de educación preescolar es definitiva para idear escenarios creativos de exploración que permitan reconocer el entorno y establecer relaciones con él. También, la capacidad de observación, exploración y seguimiento de los maestros se mantiene a lo largo de toda la escolaridad y así es como toda la comunidad educativa está alineada con los valores y principios que subyacen a esta propuesta educativa donde lo importante es el SER humano y no el SABER. Las nuevas propuestas que involucran el Ser parten de lo afectivo-emocional, lo relacional, el respeto, el reconocimiento de la diferencia y la empatía, y como esto confluye en formar ciudadanos capaces de impactar esta sociedad y hacer de este mundo un lugar mejor”.